Lo que Ocurre Una VeZ

13 noviembre 2011

Itinerario... diferente

Jueves 27 de octubre:

Llegamos sobre las 3:10pm hora local a Gatwick Airport y por supuesto aún seguiríamos allí si D. Andrés no hubiera dado con la plataforma que nos llevaría a Victoria Station. Tras coger un bus que nos dejó en Bayswater Road, dimos con Belmont Hotel, en el 104 de Sussex Gardens.
Tras subir las maletas por la dificultosa escalera y soltarlas, cogimos el bus y nos fuimos al centro. El 94 nos dejó en Regent Street, esa calle que hace una curva preciosa repleta de tiendas. Fuimos a la tienda Ferrari, a Abercrombie and Fitch y dirigimos nuestro paseo a Picadilly Circus, esa plaza iluminada por las luces y por la gente y que tan elegantemente preside Cupido con sus flechas.

Después de un espectaculo de jóvenes raperos revolcándose por el suelo, nos fuimos a China Town, de allí a Leicester Square para de nuevo regresar a China y cenar en ese buffet libre que dio la noche a más de uno.


Paseando por Waterloo Place y The Mail llegamos hasta Trafalgar Square, plaza donde el capitán Nelson doma a los leones justo ante la National Gallery. Seguimos nuestra ruta por Whitehall hasta la Abadía de Westminster, el Parlamento y el Big Ben no sin antes pasar por Downing Street y saludar al presidente David Cameron.

Luego volvimos atrás nuestros pasos hasta llegar de nuevo a Leicester Square y terminar la faena de la cena en Häggen-Dazs antes de irnos a dormir.


Viernes 28 de octubre: día aprovechado donde los haya.

Nos velantamos tempranito y nos fuimos a buscar un desayuno lo más mediterráneo posible, y dimos con la tieda-cafetería de nuestro amigo Somalí. Tras reponer fuerzas nos fuimos campo a través por Hyde Park a ver a la Reina isabel II y su cambio de guardia a las 11 en Buckingham Palace. Tras la parafernalia fuimos a hacernos diversas fotos por la ruta de la noche anterior con guardias a pie, guardias a caballo y de nuevo con el Big Ben. De allí a la National para ver algunos cuadros de Van Gogh, del puntillismo, de Turner y el famoso cuadro del Matrimonio de Arnolfini. A Leonardo ni lo encontramos...tendremos que volver para buscarlo con más tiempo... Y con hambre que da calambre cogimos el bus 29 que nos llevaba directamente a Camden Town, uno de los barrios más especiales y particulares de esta gran ciudad. Comimos alrededor de medio mundo, buscamos por las tiendas y babeamos ante todo lo que no podíamos comprar en aquellla antigua "enfermería" de caballos y justo antes de que a los chicos les entrase su apretón y tuviesemos que buscar un baño a la desesperada.

Pero el día no acababa aquí: cogimos otro bus que nos llevó a Liverpool Street:la parte financiera. Recorrimos a pie sus calles (después de que Andrelo intentara perdernos con el mapa de su iphone) y llegamos hasta Tower of London, contruida en el año 1.078 y utilizada al menos desde el año 1.100 como prisión aunque este no fue el objetivo inicial de su edificación. Entre sus huéspedes más ilustres se encuentra Ana Bolena, que además fué ejecutada entre estas paredes por traición al rey Enrique VIII. La leyenda cuenta que aún se puede ver a la Reina Ana pasear por la Torre con su cabeza bajo el brazo.

Luego cruzamos el Tower Brige, que me he estado informando y es de finales del siglo XIX, sustituyó a un pasadizo que había bajo el río y que comunicaba las dos orillas. Tras disfrutar un poco del paseo, acabamos en ese pub que tanto me gusta y del que sigo siendo incapaz de recordar su nombre. Qué rico el fish&chip, las alitas de pollo y las hamburguesas!!!!!!! El cansancio nos dijo hasta aquí hemos llegado, pero aún teníamos un pelín más de fuerzas (o igual yo os la saqué de donde no las había) para cruzar el London Brige y llegar hasta la catedral de San Paul y sus indignaítos. Una pena...porque la Catedral es verdaderamente majestuosa. Felizmente cogimos el 23 que nos devolvió a nuestros aposentos y a nuestros sueños mñas profundos.


Sábado 29 de octubre:

Un nuevo día, una nueva mañana, un nuevo desayuno con Somalí y un paseo por Notting Hill con sus mansiones, sus coches y sus parques nos estaban esperando!!!!!
Llegamos a Portobello Market y recorrimos sus puestos y sus tiendas con el deseo de tener una cartera algo más abultada.
Al medio día empezó la carrera por la búsqueda del partido Chelsea-Arsenal que terminó en un pub cerca de Queensway con el partido acabado y con las hamburguesas más grandes que jamás han visto mis ojos y han digerido vuestros estómagos!!!

Luego comenzó el rastreo de Hollister en ese mega centro comercial abarrotado de gente de marcas y de calor sofocante. Tras la decepción inicial de creer que no encontraríamos nunca el paraíso, resulta que estaba ante nuestros ojos y pudimos fundir con gusto nuestras tarjetas de crédito.

Volvimos a Bayswater para rematar la noche con unas cervezas y unos Vodka-Soda que tanto os gustaron. Y como no podía ser de otra forma, cerramos el pub (o nos echaron) y nos tuvimos que ir a cerrar el siguiente. Después de un agradable paseo llegamos de nuevo al hotel para pasar allí nuestra última noche en Londres.

Domingo 30 de octubre:

Tras el desconcierto inicial del cambio horario y alguno que otro pensar que se había quedado dormido, hicimos con más pena que gloria las maletas y las dejamos en la recepción. Nos despedimos con chicken del Tesco en nuestros desayunos de cada día y nos fuimos a esa colección de arte itinerante que llena los muros del parque a lo largo de Bayswater Road. Y sí... el encanto de Hyde Park nos tuvo en un sueño durante todo el paseo. Tras llegar al Royal Albert Hall y a esa estatua dorada donde el señor Albert permanece sentado y así seguirá durante muchos años emprendimos la búsqueda de Harrods, y allí estaba, un par de calles más abajo: Gucci, Louis Vuitton, Dior, Chanel... Ooooh My Godddd... nos conformaremos con algunos souvenires que dejen constancia de nuestra visita y arreglen algún que otro regalo.
Recoger la maleta y la ida de nuevo a Victoria Station (con un conductor algo desagradable y una charla con una gallega que llevaba 45 años en Londres) ha sido uno de los caminos más difíciles de mi vida. Comprar los billetes para Stansted y quedarme allí, viendo el autobús irse... No sé cómo pueden llegar a superarse ciertas despedidas. No sé como se puede vivir sin esa pasión y ese amor que te llena de vida y que te hace sonreír. Yo si he encontrado el "no poder vivir sin la otra persona" que clamaba Carrie en An American Girl in Paris Part II, y no pienso perderlo.

Te adoro Rendón. Sigue viajando conmigo, porfis...

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