Lo que Ocurre Una VeZ

03 abril 2008

Siempre había sentido el viento soplando en su nuca... Sabía que eran sus ansias aventureras que la empujaban a partir de nuevo hacia lo desconocido. Lo había heredado de su padre, y a lo largo de su vida, había aprendido a vivir con ello. Necesitaba sentirse viva a cada paso, saboreando cada gota de su destino y verse reflejada en los ojos de quienes la miraban. Se sorprendió así misma sentada en un rincón, guardando lentamente recuerdos en una caja de lata con cierre centralizado de emociones, esperando de algún modo que jamás pudieran llegar a escapar de allí.