Recojo las últimas cosas, cierro la puerta y echo las llaves al buzón. Oficialmente no tengo casa. Una lágrima más, o una menos que queda... Paredes vacías, armarios solitarios y camas esperando. Un último vistazo a mi patio...ese patio en el que íbamos a tomar el sol cuando hiciera buen tiempo, buen tiempo que nunca llegó. Miras calle abajo y sigo pensando lo mismo que la primera vez: es preciosa.
Tarde o temprano llegaría este momento...aunque era consciente desde que pisé la estación por primera vez, no esperaba que llegase casi por sorpresa. La cuenta atrás comienza...
He cambiado la foto porque a Ro no le gustan los pies, ni el post...
El Oso y QuiQue...
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CaSa QuiQueLíN
Levanto la cabeza y al mirar por la ventana veo el número 22 de la calle, y pienso: hoy es ya día...22. El cielo, una mañana más, es gris, y es que parece que el invierno se ha vuelto perezoso y no quiere emprender su marcha. Cuento los días que faltan...bah, mentira, no cuento: casi llevo tatuado un calendario en mi mente. Y pienso en mis últimos meses, últimas semanas y últimos días. Otra mañana pasa el cartero, otra mañana se nubla, otra mañana llueve, otra mañana más...una mañana menos.
Por fín en casa después de una y mil aventuras... Y es que un viaje de dos semanas da mucho para contar. Sentada en la cama de Rocío con mi nuevo sombrero estilo cow boy intento reflexionar y me resulta bastante complicado. Creo que habría que destacar...el viaje en coche, dormir en un barco en literas de 50cm, el Queen´s Day, el ambiente naranja, los pastelitos de chocolate de Amsterdam, colarnos en los hoteles, las tartas de manzana, el retraso del bus para Bruselas, alquiler de sábanas, desayunos tempranisimo, ruedas rotas, paseos, Manneken Pis(de caca), la señora del parkinson y la foto, arrastrar maletas, bares en albergues, albergues en bares, siestas en camas bonitas, atardeceres en Brujas, ligar con el del puesto de salchichas, mucho curry, de nuevo pastelitos, cartas, chinas que roban plumas, ir de compras, comer en el italiano, foto de ensalada, andar y andar, tulipanes, patitos en el río, vueltecita en barco con el hombre de la propina, el perro del bar, vuelta a Bruxelles, aduana, ferry, llegada a London, dormir juntitas porque no hay camas, desayuno con nocilla, en tirantas por Hyde Park, descalzas por el parque, odisea para llegar a Harrow, comida japonesa, gomilla en los palillos, calor, mucha calor, más paseos, argentinos que saludan, pies negros, llegada de los niños, Charo-Carmen, el chino en la cama, María Crespo, interrupciones en la habitación, el dosel de Juan, robo el adaptador, cervezas, zapatos de rayas, más Londres, más paseos, cervezas, noches con luces, mus, a grande, a chica, paso, no voy, zapatos de puntos, último día, PERDEMOS EL AVIÓN, lágrimas, nada hasta mañana, billetes a Bruselas, nos enontramos a Jesús, podemos cambiar los billetes, ronquidos, olores y mocos, llegamos a París!, nadie abre a Bozcotxo y Pontxi, angelitos que duermen, despedida... Y miles de cosas más que se quedan atrás y que permanecen. Gracias por descubrir a una compañera de risas, llantos y viajes de largos caminos...
Y de nuevo aqui, sentada en el albergue que me vio por primera vez en London... Y de nuevo aqui, tomando el sol en Hyde Park y paseando por las calles de Notting Hill. Mi casa ya no existe, esta cerrada por derribo, y no se si prefiero verla de este modo o con alguien viviendo en ella. Aun asi, de repente me parecio estar a punto de ver alguna cara conocida...un poco de cada uno de nosotros se quedo a vivir para siempre en este lugar al que he vuelto.
